Personajes principales: Nathasa y Arturo.
Ocurre en el bosque "Alegría", donde se encuentran Nathasa y Arturo.
Hace muchísimos años en Quimper una ciudad de Francia, en un castillo a las afueras vivía Nathasa hija del rey y su familia. Nathasa era una hermosa joven, de ojos claros y cabello rubio, era muy dulce y amable.
En la aldea vivía un joven muchacho llamado Arturo, éste era alto, fuerte, de ojos negros almendrados.
En la fiesta del pueblo fue Nathasa con su padre y su hermana Catherine y vio un chico……. Era Arturo, sus miradas se cruzaron y una sonrisa se les marcó en la cara. Cuando llegó el baile tradicional alrededor de la hoguera, en el corro les tocó al lado y bailaron juntos. Cuando se terminó el baile Nathasa fue hacia la carroza y Arturo hacia su casa.
Pasaron días y días, noches y noches, y no se volvieron a ver, hasta que un día Nathasa fue a su lugar preferido, el bosque “Alegría”. Cuando llegó a la cascada se puso a acariciar a sus amigos conejitos, en especial a Tambor, era un conejito gris, muy gordito y con las orejas hacia abajo, parecía una bolita.
Cuando estaba hablando sobre un chico guapo y apuesto que había conocido en la fiesta del pueblo, entre los arbustos, el apareció con varios cántaros, ya que venía a por agua.
Entre sonrisas se dijeron “hola” y se pusieron a charlar y pasear junto con Tambor.Cuando se quisieron dar cuenta, era de noche, y se habían alejado tanto que no sabían donde estaban.
Nathasa tenía miedo, pero al estar junto a él se le fue quitando.
Siguieron andando y se encontraron un gran árbol, y como ya era muy de noche, decidieron dormir allí, sin darse cuenta, estaban el uno junto al otro, para no pasar tanto frío.
Al despertarse, tenían mucha hambre y estaban cansados, por lo que decidieron intentar ir hacia la aldea. Tambor les guió hacía un antiguo senderito que les llevó directamente a casa de Arturo, él se quedo allí, y Nathasa fue a palacio. Cuando llegó, se encontró con su hermana Catherine, ésta la llevó a escondidas a su habitación y la contó que sus padres estaban nerviosísimos y preocupadísimos y que habían mandado a unos aldeanos a buscarla.
Después de ésto bajó al salón, cuando la vio la madre corrió a abrazarla, y Nathasa se lo contó todo. Después de oírlo, su madre, la dijo que si quería que mandaría a un siervo a decirle a Arturo que le invitaban a comer.
Cuando Arturo llegó a palacio, se fueron a comer y después Nathasa le enseñó el palacio, cuando llegaron a su habitación, no se sabe cómo sus labios sus juntaron.
Al año se casaron, y fueren felices para siempre.
Por esta bonita historia, la cascada pasó a llamarse Nathasa.
Marta y Lara
16/11/10