Llegaba el día de reyes, y en Santander, Ana y sus amigos, estaban impacientes porque llegara el día 6 de enero, y vinieran los Reyes Magos.
Ya hacía días que habían escrito la carta..y...les esperaba una sorpresa... al mirar el correo ¡los Reyes Magos les habían respondido! Rápidamente la leyeron; después de esto hubieran preferido no haberlo hecho.. ¡¡los ayudantes de los reyes, estaban malos y no creían que pudieran fabricar todos los regalos e ir por las casas repartiéndolos!!!
Ana llamó a sus amigos y todos habían recibido lo mismo! ¿qué hacer? no podían dejar que todos los niños del mundo se quedaran sin los regalos que tanto querían.
Decidieron ofrecerles su ayuda.
Al día siguiente, ya les habían respondido diciendo que estaban encantados de que les ayudaran con los regalos. Que, si aceptaban , vendrían ellos a Santander y los fabricarían aquí. Se lo preguntó a su madre, y un poco extrañada la dijo que si..
Y....esa misma tarde...ella y sus amigos ¡¡tenían delante a los Reyes Magos de Oriente!!
Nada más llegar les dijeron que no podían decir que estaban allí, ni contar a sus amigos que habían conocido a los Reyes. Se pusieron a leer cartas, y a pedir y hacer regalos, también habían venido unos pequeños duendecillos, que no habían enfermado, que les explicaron cómo hacerlo.
Entre ese día y el siguiente hicieron todos los regalos, y prepararon todo.
Ya estaban listos para esa misma noche ir a repartirlos.
Los reyes dieron las gracias a los niños, les dijeron que iban a llevarles a sus casas, pero que primero tenían que decirles lo que querían en agradecimiento. Ana habló en bajo con sus amigos y, con vergüenza, dijo que no querían nada, solamente que les dejaran ir con ellos a repartir regalos por las casas. Los Reyes aceptaron y, ya que estaban aquí, empezarían por las casas de Santander...y cuando llegaran a la casa de alguno de ellos, se irían quedando.
Ana estaba contentísima! Iba a repartir los regalos de reyes, con los Reyes!!!
Cuando llegó a su casa, les dio las gracias por haberles dejado ir con ellos,... Su madre la estaba esperando, y ella cumplió con lo que la habían dicho y solo contó que se lo había pasado muy bien. Y se metió a la cama rápidamente.
Al día siguiente tenía todos los regalos que había pedido, y además una carta de agradecimiento y, en ella, un pequeño anillo con las fotos de los tres reyes.
Y por fin, todos los niños tuvieron sus regalos y fueron felices!!
Lara Recio Cedrón
1 comentario:
Uffffff, fué una noche agotadora, pero muy emocionante XD.
Ana (mamá de H y M)
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