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13 de mayo de 2010

Un viaje por Suecia

La llamada de Alicia

Era un día muy soleado en Santander.
Blina estaba pensando qué hacer durante las vacaciones de verano, le apetecía conocer algún país,… ¡hacer algo nuevo! Y justo en ese mismo momento ¡Ring, ring! sonó el teléfono. Era su amiga Alicia, un hada sueca que había conocido de pequeña.
Estuvieron hablando horas y horas, y ya cuando iban a colgar, Alicia le preguntó a Blina -¿Por qué no vienes a Suecia? es un país muy bonito y yo te enseñaría todos los museos, monumentos,… y además pasaríamos unos días juntas.
Blina la contestó que sí, esa oportunidad era muy buena porque, claro, como ella quería hacer algo nuevo pues, irse a Suecia era de lo mejor que podía hacer!. Así también estaría con Alicia que hacía más de dos años que no la veía.
Nada mas colgar, Blina se puso a hacer una lista con las cosas que necesitaba para el viaje: el billete de avión, hacer las maletas, algo para Alicia,…
Entonces decidió ir al aeropuerto a comprar el billete y luego ir a la librería “Estudio” a comprarle un libro de aventuras a Alicia, ya que esos eran los que más la gustaban.
Cuando llegó a la taquilla del aeropuerto para comprar el billete a Suecia, la dijeron que para el avión de dentro de días no quedaban billetes, que tenía que ser dentro de días.
Blina estaba un poco desilusionada por lo ocurrido pero… ¡se tenía que alegrar, se iba a ir a Suecia con Alicia!
Fue a la librería y encontró el libro que quería.
Cuando llegó a casa ya era tarde y se fue a la cama. Estaba muy cansada, había sido un día muy ajetreado y lleno de sorpresas.
Al día siguiente, nada más levantarse, llamó a Alicia para decirle que iba en 3 días, porque no quedaban billetes para el día siguiente, es decir, para mañana.
En cuanto colgó, se dispuso a hacer las cosas que le faltaban de la lista, porque solo le quedaban este y el día siguiente para hacer todo y a Blina le gusta hacer las cosas bien y despacio.
Por lo tanto tenía el tiempo gusto.

¡De viaje a Suecia!
Blina ya tenía todo preparado para el viaje solo le faltaba coger el avión y despegar.
Cuando llegó al aeropuerto, dejó las maletas en la cinta transportadora y se subió al avión.
Pasadas 3 horas, había llegado a Estocolmo, la capital de Suecia. Algo que le extrañó mucho fue que casi todos por no decir todos los suecos eran rubios y de ojos azules.
Y mientras se fijaba en eso ¡Buh! Alicia le pegó un buen susto.
Entonces Blina, se acordó del regalo que lñe había comprado, lo buscó en la maleta, la cual quedó fatal y se lo dio. Cuando lo abrió, se le puso cara de sorpresa y dijo que ese es el único libro que le faltaba de la colección y que lo había estado buscando por las librerias pero en Suecia todavía no estaba a la venta. Se quedó muy sonriente y después de esto, cogieron las maletas y fueron a ver la piedra de Rök, que es una piedra rúnica y está cerca de Estocolmo. También vieron la iglesia de Rök, la cúal le pareció muy bonita a Blina y también a Alicia porque aunque vive en Suecia nunca la había visto, la piedra no es que les gustara pero les pareció muy interesante, ya que son de la época de los vikingos y se conservan muy bien. También se dieron un paseo por el lago Vättern que en ese momento estaba congelado. Despúes cogieron el coche y fueron a Östersund la ciudad donde vive Alicia.
Después de cambiarse de ropa, fueron a ver un pequeño pueblo en el que iban a bailar el baile típico. A Blina le extrañó que casi todas, por no decir todas las casas eran de madera pintadas de rojo y blanco. Y así también vieron las vestimentas típicas suecas, el baile les pareció un poco raro pero se lo pasaron muy bien porque al final también bailaron ellas y fue muy gracioso. Por último fueron en un trineo tirado por perros, que son muy típicos de allí, ya que Suecia es un país muy frío, a la estación de esquí donde esquiaron y demás y allí terminaron de pasar la tarde.
Cuando volvieron a casa de Alicia, ésta preparó Pyttipanna, un plato muy típico sueco, que está hecho con trocitos de patata, cebolla y carne o salchicha frita

Un día entero en Estocolmo
¡Ya era el 2º día que estaba e Suecia!. De momento todo le había parecido muy bonito y se lo estaba pasando muy bien.
Mientras desayunaba, Alicia le dijo que pasarías el día en Estocolmo.
A las 12 irían a ver un famosos coro sueco llamado Allmäna Sänger, por lo tanto tenían que salir pronto para llegar a tiempo.
Después a ver el Museo Vasa, y le contó que es el museo más visitado de toda Escandinavia y es muy conocido porque alberga el buque Vasa.
Luego como ya tendrían hambre, irían a un famosos restaurante llamado Märten Trotzig, que está en el casco viejo de Estocolmo y allí comerían Köttbullar, que es un plato muy, muy conocido y está hecho con albóndigas y una salsa especial. Allí descansarían un poco.
Seguidamente irían a ver el Museo Nacional de Estocolmo.
Y por último irían a celebrar el Midsommar (día de San Juan), que, como era Junio, este día lo celebraban en las afueras de Estocolmo.
Terminaron de desayunar y se pusieron en marcha para ir a la capital... ¡Suecia!.
Llegaron justo a la hora, un minuto más y no habrían podido entrar a ver el coro, porque...¡había un tráfico...!.
A Blina le gusto mucho el coro y Alicia la dijo que en Suecia eran muy tradicionales los coros y que este era el coro mas antiguo formado por niños y que estaba formado por 50 niños/as, Blina la dijo que a ella ¡le habían parecido muchos más!
Cuando llegaron al Museo Vasa, a Blina le sorprendió muchísimo que se veían los palos del buque Vasa y le pareció muy interesante, pero tardaron poco en visitarlo ya que sólo trata del buque Vasa.
Como Alicia, había calculado muy bien cuando ir al restaurante porque tenían muchísima hambre y estaban cansadas.
En cuanto llegaron al restaurante, el cual le gustó porque era muy acogedor y el Köttbullar estaba ¡¡¡¡buenísimo¡¡¡
Cuando terminaron de comer Blina le preguntó a Alicia que por qué no iban a dar un paseo para ver el Casco Viejo y descansar un poco, ya que no tenían prisa en ir al Museo Nacional. Durante el paseo estuvieron hablando del Museo Vara y del coro, es decir, de lo que han visto a lo largo de la mañana, Blina le dijo a Alicia que el Casco Antiguo es precioso, mucho mas bonito que la parte nueva de Estocolmo.
Como ya estaban descansadas y con la barriga llena, emprendieron el viaje al Museo Nacional de Estocolmo.
Cuando llegaron, a Blina la impresionó lo grande que era.
Tardaron 2 horas más o menos en visitarlo, pero mereció la pena porque les había gustado mucho. A Blina lo que más le gustó fue la parte de la época vikinga, ¡se ha leído mas de 20 libros sobre esta época¡ y es que le gusta muchísimo.
¡Llegó la hora de ir a celebrar el Midsommar( día de San Juan)!, cuando llegaron al sitio donde se celebraba este año, había un montón de gente bailando danzas tradicionales alrededor del palo de San Juan y otro montón de espectadores alrededor de ellos.
Allí tomaron patatas nuevas, ya que es tradicional tomarlas en esta fiesta.
Terminaron de pasar la tarde allí y Blina se divirtió mucho y ¡hasta bailó con Alicia una de las danzas¡
No se fueron muy tarde, ya que tenían que ir hasta Göterbog, donde vivía Alicia.
Cuando llegaron a Östersund se fueron a la cama rápidamente, estaban muy cansadas.

Nos vamos a Malmö
Hoy, Blina se había despertado con muchas ganas de ver y conocer cosas.
Alicia la dijo que iban a viajar bastante dentro de Suecia. Blina puso una cara un poquito rara y dijo que -¿cómo, que vamos a viajar dentro de Suecia?. Alicia se rió y contestó que no iban a coger el coche, trenes y aviones. Blina se empezó a reír también.
Alicia, le empezó a contar el plan.
Primero irían a coger el avión para ir Malmö. En cuanto llegaran a allí irían a ver un concierto de “The Hive”, un grupo de rock muy popular en Suecia.
Más tarde irían a ver el museo Malmö Konsthall, que es un museo de arte en el que sobre todo hay esculturas de arte moderno.
También irían a ver una colección de ropa, de una diseñadoras muy conocida llamada Sandra Backlund. Así, Blina conocería el estilo moderno sueco respecto a la moda, ya que esta colección iba a estar expuesta en Malmö.
Después de esto irían a comer y conocer más a fondo la ciudad. Cogerían el tren hasta Götemborg y, tras visitar el jardín botánico, el jardín más grande de Suecia, que alberga árboles que sólo se dan allí, en Suecia ,también tiene otras áreas, como la japonesa, en la que hay magnolias, azaleas,....
Seguidamente irían a ver el museo de la cultura mundial.
Por último cogerían el avión de regreso a Östersund.
Después de decir esto, desayunaron y fueron a coger el avión a Malmö.
En cuanto llegaron fueron a ver el concierto, a Blina le gustó muchísimo pero a Alicia la verdad es que no le gustó demasiado.
Luego fueron en autobús a el Museo Malmö Konsthall y a Blina le gustaron mucho las esculturas tan raras de arte moderno que había allí pero los cuadros no tanto.
Tardaron más de lo previsto en visitar el museo por lo que tuvieron que ir muy rápido para poder entrar a ver la colección de ropa.
Y tuvieron mucha suerte porque ese día, justamente iba a venir allí Sandra Backlund e iba a haber desfile. A Blina le gustó mucho la ropa de esta diseñadora y sobre todo una blusa con estampado de flores y Alicia cogió y se la compró como regalo ya que ella le había regalado un libro.
Después de esto, como tenían previsto fueron a comer Janssons frestelse un plato muy normal en Suecia que es filetes de ansjovis (un pescado que se prepara en toda escandinava en latas de conserva), patatas, cebollas y crema. A Blina le gustó más el Koütbullar pero bueno este también estaba muy rico, a Alicia la verdad es que este plato es el que más le gusta de la comida sueca. Mientras comían, Blina le contó que se acababa de dar cuenta que todos los días había probado un plato diferente sueco y que este era el penúltimo día que iba a estar en Suecia ya que mañana se iba, después de decir esto se entristeció un poco, pero en cuanto Alicia le dijo que ahora iban a ir a ver Malmö mas a fondo ya se le volvió a poner esa sonrisa tan bonita que tiene
Después ya fueron a coger el tren a Götemborg, y la estación estaba muy cerca del Jardín Botánico, lo que era lo que les tocaba visitar según el plan. A Blina le gustó mucho el jardín en general y lo que más le gustó fue la cantidad de plantas diferentes que había y lo colorido que estaba el jardín, además en esa época había muchísimos árboles que estaban en flor y también había muchos tipos de flores por lo que el jardín estaba precioso.
Seguidamente fueron al Museo de la Cultura Mundial, que a Blina fue le que menos le gustó porque te venían muchísimas cosas de otros países y de esas cosas la mayoría eran temas que no le hacían mucha gracia.
Después de esto ya fueron al aeropuerto para coger el avión, en cuanto llegaron a Östersund, fueron a la casa de Alicia, cenaron bocadillos y se fueron a la cama pronto. ¡Mañana tenían que levantarse muy pronto y estaban muy cansadas!. ¡Se durmieron en un “plis, plas”!

Nos vamos.... ¡al hotel de hielo!
Durante estos días se lo había pasado muy bien.
Hoy iba a estar la mayor parte del día en el norte de Suecia.
Alicia la había dicho que no le iba a decir el plan, que hoy iban a ser sorpresas, sólo la dijo que iban a montar bastante en trineo tirado por perros. Mientras que le dijo esto, desayunaron y fueron a coger el tren a Luleå, que está muy cerca de la costa, y del límite con Finlandia.
El viaje fue un poquito movidito ya que había un montón de curvas.
A Blina le sorprendió la diferencia de temperatura del norte al sur, porque a medida que avanzaban hacia el norte hacía más frío.
Cuando llegaron a Luleå las dos se quedaron pasmadas, porque todo tenía aspecto de estar muy limpio y te entraba la sensación de que era enorme.
Seguidamente cogieron un trineo y Blina le preguntó que a donde iban a ir con este y ella, dijo que primero iban a ir al pueblo de Gammelstad y que lo siguiente era sorpresa, Blina se puso un poquito mosca.
A Blina le daba un poquito de miedo, eso de ir en trineo, porque la daba la impresión de que se iba a caer en cualquier momento, aunque ya había montado otra vez, pero había sido diferente, ya que era más corto el camino.
Cuando llegaron al pueblo Alicia le dijo que este estaba incluido en la lista del Patrimonio de la Humanidad, por ser uno de los pueblos mejor conservados del norte de Suecia. A las dos les pareció muy bonito, porque Alicia no es que haya estado mucho por esa zona. Lo que más les gustó fue lo acogedor que era.
Después de darse un paseo cogieron el trineo con los perros y emprendieron camino hacía el lugar misterioso. Cuando llegaron, Blina estaba mareada, pero no la importo, porque cuando se dio cuenta donde estaba,..¡Estaba en el Hotel de Hielo!.
Alicia la dijo, que había mandado enviar las maletas suyas, y que se iban a quedar a dormir. Cuando entraron al hotel se dieron cuenta de que casi por no decir todo era de hielo, a Blina, al principio le pareció muy raro y le daba cosa sentarse en las sillas y demás pero al poco tiempo ya estaba como “Pedro por su casa”. Después de estar un rato viendo el hotel, el cual era muy extraño pero a la vez muy bonito, se fueron a dar un paseo por allí para ver Jukkasjärvi.
Después volvieron al hotel. Alicia preparo unos bocadillos y le dijo a Blina que se pusiera un chándal o algo así que le abrigara pero que le sirviera para hacer deporte. Mientras Alicia preparó la mochila con los bocadillos y alguna cosa más.
Blina no tenía ni idea donde iban a ir, Alicia como antes, no la dijo nada. Se montaron en el trineo y tras pasar 1 hora llegaron a un pequeño pueblo de los “Sami” que son unos indígenas escandinavos que viven allí desde hace mucho tiempo, hasta hay señales de acontecimientos de la edad de hielo, hace 9,600 años.
Y en la entrada del pueblo, había unos puestos en los que vendían cosas tradicionales hechas por ellos, como pulseras, collares,..
Es muy tradicional en la artesanía “Sami” las tazas de cuerno de reno, ya que ellos son unos grandes criadores de renos.
Después de estar allí un buen rato, se comieron los bocadillos y fueron a un pequeño monte, muy bonito, de los alrededores, y seguidamente fueron a un sitio que Alicia conocía, donde hay muchos animales, como ciervos, conejos,...Además ahora allí el paisaje era precioso porque estaba todo nevado.
Cuando llegaron a ese lugar, a Blina le pareció muy, muy bonito.
Después de esto, volvieron al pueblo de los “Sami” en trineo y de allí al el hotel de hielo, en el restaurante del hotel tomaron Surströmming, que es arenque agrio y también tomó un queso sueco llamado Hushallsost. La comida les gustó mucho. Seguidamente se fueron a la cama .

De vuelta a Santander
Era el último día en Suecia, hoy por la tarde se iba de vuelta a Santander.
Al despertarse, pensando que estaba en casa de Alicia se dio un buen golpe contra una columna de hielo. Y claro, después de pegarse el golpe se dio cuenta de que estaba en el ¡hotel de hielo¡ que había dormido sobre una cama de hielo y sentado en una silla de hielo,..
Después de vestirse y desayunar fueron a Estocolmo porque a las 6 y media salía el avión a Santander.
Cuando llegaron fueron a ver el Palacio Real de Estocolmo, que aunque se usa para cosas de política hay una parte qur está abierta al público, a Blina le gustó mucho porque a ella le parecía que era un palacio de los de cuantos de hadas y la verdad, es que es muy, muy, muy bonito.
Después como ya eran las 3 y media fueron tomar un coctel al bar de hielo, que es un bar en donde cuando entras te dan un abrigo como los de los esquimales y las sillas donde te sientas, las mesas, el mostrador, los vasos, todo es de hielo ¡hasta el suelo y las paredes¡. Después fueron a un restaurante tipo “bocata” para comer, porque eran las 4 y si iban a un restaurante y tal, iban a tardar mucho más y a las 5 tenía que estar en el aeropuerto y entre que iban y demás se les hacían más de las 5.
Después de tomarse un bocadillo de jamón y queso (sueco, parecido a los tranchetes) se fueron rápidamente al aeropuerto, Blina dejó las maletas y se despidió de Alicia.
Cuando llegó a Santander, fue a su casa, dejó las maletas y demás. Fue a la biblioteca, cuando llegó la extrañó que no hubiera nadie, ya que en las vacaciones había niños que venían simplemente a coger libros, otros que venían a hacer actividades de cursillos o hados/as que venían a ver la biblioteca,..
Y de repente, empezaron a aplaudir, ¡había un montón de hados/as, duendes y demás seres fantásticos¡, seguidamente aparecieron Blanca, Amapola, Elena y Azucena, otras hadas de bibliotecas, como Blina y muy amigas de ésta, con una tarta en la que ponía ¡bienvenida, Blina!, Blina se ilusionó y lloró un poquitín. Estuvieron contando chistes, leyendo libros,...Blina les contó todo lo que había, visto, hecho,..
Cuando trajeron la comida y Blina vió una tortilla de patata, corrió a por un trocito ¡echaba ya de menos la comida española y sobre todo la tortilla de patata¡ que a Blina, le encanta.
Después se fue a su casa y ¡a dormir!, mientras que dormía pensó, mañana ya es un día normal, iría a su biblioteca......¡se quedó dormida!
Lara Recio
20/05/2010

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